Cómo afectan los alimentos a algunos medicamentos

Cuando ingerimos alimentos, la respuesta que da nuestro organismo ante un medicamento puede variar de forma no deseada. Esta respuesta puede pasar por reducir o eliminar la eficacia del medicamento o, con según qué combinaciones, provocar efectos secundarios.

La importancia y gravedad de estas interacciones depende de varios factores, que pueden ser relativos a los mismos medicamentos o la propia enfermedad en tratamiento. Nos encontramos con 3 grandes categorías de interacciones entre alimentos y medicamentos:

• Interacciones fisicoquímicas: se producen sin que intervengan procesos fisiológicos del organismo como, por ejemplo, con la presencia de algunos líquidos (como zumos o bebidas azucaradas) que dificultan la absorción del medicamento.
• Interacciones farmacocinéticas: el alimento provoca una modificación en la concentración del fármaco en el organismo, lo que puede hacer que su efecto aumente, disminuya o se retrase. Por ejemplo, algunos alimentos ácidos pueden modificar el pH y afectar la absorción del medicamento.
• Interacciones farmacodinámicas: son interacciones que se dan directamente en el efecto del fármaco, potenciando su acción, disminuyéndola o inhibiéndola. Estas interacciones son poco frecuentes, pero se pueden dar, por ejemplo, en el caso de la sal con los antihipertensivos, que puede provocar un aumento en la presión arterial, o el consumo de alcohol y fármacos que interactúan con el sistema nervioso central.

Acción de los fármacos sobre los nutrientes

A veces, los propios medicamentos pueden influir en la absorción y utilización de los nutrientes. Estas interacciones son más problemáticas en el uso de fármacos crónicos y en poblaciones más vulnerables, como las personas mayores. Algunos ejemplos comunes del efecto de los medicamentos sobre los nutrientes son:

• Efecto antinutriente.
• Maldigestión y/o malabsorción.
• Cambios en la utilización metabólica.
• Hipersecreción urinaria de vitaminas y/u oligoelementos.
• Hipercatabolismo de nutrientes.
• Estrés catabólico con pérdida de peso corporal.
• Disminución de la ingesta por pérdida de apetito

Interacciones comunes entre alimentos y medicamentos

Si conocemos los alimentos que pueden provocar interacciones con nuestra medicación, normalmente no es necesario dejar de consumirlos, sino que tendremos que tomarlos por separado, dejando unas dos horas de separación entre su ingesta. Sin embargo, algunos alimentos y bebidas de consumo habitual cuentan con interacciones con algunos medicamentos:

• Bebidas alcohólicas: no es recomendable el consumo de alcohol con cualquier medicamento en general, pero se desaconseja especialmente en el caso de ácido acetilsalicílico (Aspirina®), paracetamol y antiinflamatorios no esteroidales, como por ejemplo Ibuprofeno, así como cualquier antipsicótico o algunos depresivos.
• Café, té, bebidas energéticas y refrescos con cola: estas bebidas con cafeína, teína o similares estimulan el sistema nervioso y pueden interaccionar con medicamentos que también lo estimulen.
• Leche y derivados: el calcio de estos alimentos dificulta la absorción de medicamentos como algunos antibióticos o medicamentos para la osteoporosis, lo que puede debilitar su efecto.
• Sal: puede afectar la acción de los medicamentos antihipertensivos. Si se evita la sal en la dieta por recomendación médica, hay que vigilar con los medicamentos que tengan un contenido alto en sodio, como los medicamentos efervescentes.
• Alimentos ricos en potasio: cuando los medicamentos que tomamos aumentan los niveles de potasio del cuerpo, se recomienda no ingerir ciertos alimentos para no sobrepasar los límites que necesitamos. Estos alimentos son, entre otros: plátano, melón, kiwi, espinacas, aguacate, almendras, nueces, tomate o chocolate.

Para más información sobre interacciones entre alimentos y medicamentos concretos, podéis consultar este enlace.